Fabricio Puerto

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Poesía X
 
¿Haz estado ahí?
donde la noche te besa con gotas
y la luz golpea en seco el gris,
cuando crece la tierra en vida
o cuando muere el tiempo en fé.


¿Haz estado ahí entre gentes?
Para creer vació o para ser vacío ahí.
Entre las teclas negras y blancas o
entre allá y aquí.
Todos somos en medio de tanto
para negar en que estamos y para seguir así.
sábado 20 de marzo de 2010
Rómpeme el corazón
 
Rómpeme el corazón pedazo a pedazo
mirada a mirada para sentir que siento,
para sufrir viviendo.
Déjame creer en lo que no creo,
para recordarte en mis sueños de poeta
y en las noches más cegantes;
vivirte.

El Beso

Cómo muere el beso azucarado y no termina el olvido,
Porque me miras, ya no estoy,
Soy solo ya un segundo escapado,
una noche perfecta bajo el sereno de Enero.

Porque? 

Porque terminan los segundos felices

tan pronto, como cae el rocío, como vive la luz.

Porque termina un beso, porque marchita la flor,

porque vivir es un instante y la muerte asechadora.


Porque el creer es tan difícil, si el no creer es tan frío,

porque brillan las estrellas

con intensidad transitoria en un universo tan inmenso y vacío,

porque tu recuerdo es difuso cuando ya he sentido tu cara,

porque acaba un beso, si el día continúa,

porque muere tu beso, si luego que termina aún te quiero.

Porque termina una poesía, si todavía sigues ahí.

 

Desde un cartón mojado
 
Yaces olvidado ahí en tu ataúd de cartón mojado

con tus ojos muertos y tu voz perdida.
Víctima inocente de las circunstancias negras,

de los días pasados, de las vidas ajenas.
Te acobija la muerte, te desconoce la vida,

pero sigues ahí en tu pedazo de infierno sin una causa aparente.
Ya no tienes color vestigio de hombre,

nunca fuiste y has muerto ignorando tu destino.

Rómpeme el corazón
 
Rómpeme el corazón pedazo a pedazo
mirada a mirada para sentir que siento,
para sufrir viviendo.
Déjame creer en lo que no creo,
para recordarte en mis sueños de poeta
y en las noches más cegantes;
vivirte.

Cómo muere el beso azucarado y no termina el olvido,
Porque me miras, ya no estoy,
Soy solo ya un segundo escapado,
una noche perfecta bajo el sereno de Enero.

 

Se fue aquel suspiro de aquellos momentos suscitados
en el marco de un conjunto de casualidades sencillas
de un color blanco cálido.
Ya sólo me sumerjo
entre los pétalos que cargan mis margaritas alegres
y mi clorofila iluminada.
Se ha ido tanto
pero tanto se queda conmigo
para no irse sino entre cada nunca empesinado.
Cruzarán a pasos grises las estrellas
cuando quiera que cruzen,
y vivirás cuando quiera que vivas
pero no serás ya siempre.

 

 Poesía V
 
Hace un momento vi una cara
de esas tantas que he visto tan pocas veces,
todavía veo sus ojos nunca sabré su nombre.
Pasan frente a mi frenética existencia tantos versos bajo un barniz de ternura, cubiertos de dolor,
con cicatrices de poca sed,
dónde yacen los que son cuando sólo tienen pasos sobre la grama.
Viven bailando en el vacío de un día desmoronado,
tantas vidas quisiera ser pero hoy sólo soy la mía.
Y aunque tantos bailen todos bailan solos,
y una sola vez.
Muerden con un ardor callado
las historias que no cuenta las pupilas en cada noche,
entre las caricias de algodón y la soledad del cielo.